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30 dic 2010

Todo va bien

Se juntan varias Cajas y... mejor dicho, se juntan varios mandamases de diversas cajas, charlan un rato, firman unos papelitos y se fusionan.

Nace Banca Cívica. Resultado: nace un nosequé que será la entidad financiera número nosecuántos del mundo mundial y... mariscada, putas y farla a gogó para los cerebros pensantes de tan magna operación.

Ah, sí, que se me olvidaba. Y unos cuantos cientos de prejubilados cuyos puestos ocupará nadie. Que hay que dar de comer a los cerebritos. Y si la harina colombiana está cara, la gamba blanca de Huelva aún más. Hay que ahorrar, que estamos en CRISIS.

Miedo me da tantos puestos de trabajo a la basura, teniendo en cuenta los tiempos que corren.
Justificar a ambos lados
Se reúnen dos cadenas de TV y... mejor dicho, se reúnen los prohombres de dos cadenas de TV (dudo que exista el término propersona o promujer; y si existen seguro, y me juego el escroto y su contenido, que dejasen en manos de mujeres y, mucho menos de personas, el destino de algo tan sagrado como una cadena de televisión), charlan un rato, firman unos papelitos y se fusionan.

Se gesta algo. Alguien se la ha metido a alguien (no está muy claro quién a quién, aunque se sospeche) y nace el proyecto de una nueva criatura. Igual la llaman LA TELEVISIÓN. Así, sin modestia ni vaselina ni besitos en la nuca. Con dos gónadas.

Resultado: mariscada, putas y farla a gogó para los prohombres, que no promujeres ni propersonas, de tan magna operación.

Sí, también hay un ahsiquesemeolvidaba! Donde antes estaba CNN+, ahora está Canal Gran Hermano 24 Horas.

Pánico me da, tantas neuronas a la basura, aún más viviendo los tiempos que vivimos. Por no hablar de la gente que se ha quedado en la puta calle.

Pero no pasa nada. Estad tranquilos. La cosa se ha arreglado y el día 2 de enero tendremos júrgol. Todo bien. Hasta que nos quiten el júrgol... o nos hagan pagar por descargar películas.

5 dic 2010

Escuchando llover

A pesar del caos aéreo. A pesar del 0-3 del Barça. A pesar del doblete de Cristiano Ronaldo. A pesar de que mientras escribo Carlos Sogorb me está hablando de Wikileaks. A pesar de todo, estoy escuchando llover.

Un lujo en estos días que corren.

25 nov 2010

25 de noviembre

Hoy es el día nosequé. Uno de tantos. Porque todos los días es un Día de.

A fuerza de Días de van a acabar con todo mal en la Tierra. O con el interés de los ciudadanos con las injusticias. Espero que ocurra lo primero. Más nos vale.

Si obviáis lo anterior (os lo agradeceré y vosotros mismos también haréis lo propio) hoy es el Día internacional del eufemismo. Gadi dixit.

Y no voy a entrar en discusiones sobre tal o cual. Aunque lo merezca.

El motivo del post es esta iniciativa de Colegas.

Parece, según Colegas, que motivaciones políticas, es decir votos (= dinero), del PSOE impiden que esta propuesta salga adelante.

Y lo que me inclina a creer ciegamente en estas declaraciones es que por otro lado está el PP apoyándolos.

Sí señor. Los de "las peras con las peras y las manzanas con las manzanas". Los que pretenden derogar la Ley de Matrimonio Homosexual en cuanto moren La Moncloa.

Unos rehúyen a los maricones y bolleras para que no les desmonten el chiringuito profeminista y los otros se acercan para desmontarlo. Lo de siempre.

Por el interés te quiero Andrés. Que yo lo que quiero es el sillón. Y cualquier cosa me vale por conseguirlo. Aunque te haya permitido casarte. Aunque me haya opuesto. Que donde dije digo digo Diego. O Nabucodonosor si fuese necesario.

Yo pensando que los políticos trabajaban por y para nosotros, velando por nuestros intereses y resulta que no, que lo hacen por ganar elecciones (= dinero). Qué desilusión, que cantaban Leño.

PD: Igual no soy el primero que lo piensa y/o lo declara, pero si pera = mujer y manzana = hombre, la parábola de la Sra Ana Botella es un clarísimo alegato en pro de la homosexualidad.

Yo soy más de macedonia: escoge la fruta que te guste. Y si te gustan todas, pues más que tienes para elegir.

Para mí peras. Gracias.

12 nov 2010

Carta al Pueblo Denostado

Hubo una vez un señor con barbas y túnica que se cansó de que a sus hermanos les puteasen y esclavizasen los egipcios, esa gente que andaba de lado y moviendo los brazos de forma rarilla. Así que se plantó ante su hermanastro, que era faraón de los Egiptos, y le dijo algo así como "Quillo, que me cojo a mi peña y me piro".

El de las barbas, que se llamaba Moisés (su hermanastro no sé, pero tenía toa la cara de Yul Brynner) se pilló el bastón, reunió a su pueblo (el de Israel) en la Plaza Mayor del pueblo y les dijo "Venga, carretera y manta, que nos vamos a la Tierra Prometida".

Y todos fueron tras él. Tras el señor con barbas. Como pa no seguirlo, con esas barbazas que lucía el tío y ante la promesa de algo mejor.

Nadie sabía qué diantres era la Tierra Prometida ni por donde caía, pero siguieron al Moi porque ellos eran el Pueblo de Israel, el Pueblo Elegido.

Así que se pusieron en marcha mientras a los que andaban de lado se les teñían las aguas de sangre, les llovían ranas y demás mierdas apocalípticas.

Y cruzaron las aguas sin mojarse los pies, quemaron sus becerros de oro, comieron meteoritos con sabor a pan ázimo y demás sandeces legendarios. Al fin y al cabo, que las pasaron putas en su búsqueda.

Pero lo más importante de todo es que aún sin saber a dónde iban sabían quiénes eran y porqué lo hacían.

Yo soy una pequeña parte del Pueblo Denostado, del Pueblo Ignorado, del Pueblo en La Sombra, del Pueblo Desconocido. Soy podcaster.

A diferencia de cualquier Israelita no sé quién o qué soy. No sé qué es un podcaster, ni qué es un podcast, ni a dónde tenemos que ir. Ni siquiera creo que tengamos que definirnos de forma enciclopédica o justificar los porqués de nuestra afición. Estoy convencido de que nada de eso es necesario.

Hago esto porque me gusta. El resto de explicaciones me sobran. Cuando deje de gustarme andaré da lado moviendo los bracillos de forma extraña.

Paso de moiseses, de becerros, zarzas en llamas y tierras prometidas. Hago podacst porque me gusta.

Aunque me cueste el dinero.

6 nov 2010

La cerveza es cara en Barcelona

Pero cara de cojones. Y para mí la cerveza es como el oxígeno. Porque el agua está buena, pero si la acompañas de un buen whisky. Así sola es pa ducharse.

Estuve en Barcelona la semana pasada en las jpod2010 (vulgo Jornadas de Podcasting 2010 (aún más vulgo: una frikada)). Todo lleno de podcasters, unos seudohumanoides deleznables, que se reunieron (nos reunimos) para repartirse regalitos y decirse "tú eres guapo", "no, tú mas" y participar en charlas, talleres, gymkanas, concursos florales y demás, eso sí, luciendo camisetas de autopropaganda y chapas ajenas.

Un meeting en toda regla, con personas aquí y allá conociéndose, hablando, intercambiando opiniones, chapitas, teléfonos, fluidos corporales (alguien pillaría cacho, ¿no?). Un buen fin de semana; caro, pero buen fin de semana.

Estuvo "bastante bien".

Y no hubiese escrito nada sobre esos cuatro días (yo estuve un día más de lo "normal") si no fuese por lo que he estado leyendo en diferentes foros sobre esas jpod2010. Siempre lo mismo: que si ese tío con melena de pelo chochal iba de guay, que si las conferencias se pisaban con los talleres, que si la comida, que si esto que si lo otro... Que si el sitio muy guapo, que si la organización de puta madre, que si esto que si lo otro...

Me la suda el pelocoño, el sitio, la organización y, que Dior (esto por Guidox, uno que "perdió" el avión) me perdone, me la suda el precio de la cerveza en Barna.

Me la sudan las chapitas, los grandes maestros, el RSS, el streaming y el índice Nikkei.

Me resbalan las opiniones de los foros, el significado de la palabra podcast, las diferencias con la radio, la rentabilidad y los debates sesudos.

Yo me quedo con las PERSONAS que he conocido allí. Con las que he vuelto a reencontrame. Con las que he compartido habitación.

Me da la sensación de que soy el único.

Yo era el único con móvil quesolosirveparallamarporteléfono. El único que no sabía quién era Gelado (a Rafa Osuna ya lo conocía del EBE 2009). El único que jamás había escuchado a Los Danko.

Eso lo entiendo, lo sobrellevo y me la trae al pairo. Lo que no entiendo ni sobrellevo es no haber leído nada sobre las PERSONAS que estuvimos allí. Así que esto es por ellos.

Por La Maricona Vieja, Carlos Sogorb, al que por fin conocí y me dio una grata sorpresa: su mujer Elena; porque Carlos es feo de cojones, mientra Elena, la Bella Elena, es una señora de los pies a la cabeza pasando por el duodeno; un tesoro. Un abrazo. Ha sido un placer conoceros a los dos.

Por Javier, que tras una hora de conversación descubrí que graba Remove Before Flight. Un tío genial, sin duda. Aunque sea físico.

Por Machuca, un señor bajo una gorra que nos llevó a comer panellets y ha tenido un detallazo con La Buhardilla. Y encima conoce a señoritas interesantes. Gracias tío.

Por José Antonio, al que todo el mundo le comía el pijo por ser Gelado, pero fue a tomarse una cerveza con servidor cuando todo el mundo colapsaba Carrer Gran de Gràcia, incapaces de moverse. Luego le siguieron todos como roedores a flautista. Y se petó el Arán.

Por FunFrock, un gran tío, en muchos aspectos, al que le mandaría un abrazo, pero hacen falta dos @lbpa para abarcarlo. Todo el día currando. Chapó.

Por el reencuentro con Los Kryptonianos. Breve reencuentro, pero divertido. Como ellos.

Por constatar que Bimbo y Dicren siguen igual, uno tan golfo y el otro tan... tan Dicren.

Por volver a ver a Ari, que no sé qué tiene o qué hace que transmite paz y tranquilidad. Y siempre sonríe. Como MarioG.

Por Juanma, aún a pesar de su vena mariconazi, y nuestra conversación surrealista (tío, no me llames más al móvil cuando estoy sopa). Y por mi eterno escarceo con stsebas. Aunque eso se lo dirás a todos, ladrón.

Por Don Pablo, aunque eso implique tener que aguantar a su señora e invitarla a cerveza. Mi admiración hacia ustedes desde aquí.

Y por supuesto, especialmente, mis mejores recuerdos siempre estarán asociados a mi compañero buhardillero Captain Silva y a Joaquín García, alias Señor Pelazo. Compañeros de viajes, de habitación, de cervezas, de peleas, de tonterías, de metro, de paseos por la Ciudad Condal...

Por otras muchas más PERSONAS, que ahora mismo no recuerdo, no ubico.

Por las PERSONAS (que no organización) que dedicaron tres días de su vida a facilitarnos las cosas (y cualquiera sabe cuántos días más que han pasado desapercibidos para nosotros).

Por los que no estuvisteis pero hubieseis querido.

Por todos vosotros, un botellín. Ha sido increíble, aunque espero que repetible.

12 oct 2010

Todo es la misma mierda

Acabo de llegar del Bar Bueno y sigo preguntándome porqué en un bar regentado por dos inmigrantes (con o sin papeles, me da igual) siguen comprando el ABC: ese diario.

Ese diario en el que ayer decía el Obispo de Córdoba que la Mezquita de ídem debería ser llamada Mezquita-Catedral; como si los cristianos le hubiesen hecho algún bien al templo. Igual es que lo cristianoespañol les sirve para vender ( a ABC y a la iglesiacristianacatolicaapostolicayrromana). Como todo su contenido, de ambos.

O el artículo de A.B. felicitándose porque cierto bar de sevillana tradición había reabierto sus puertas remozado en reaccionario mobiliario de Ikea pero manteniendo su hispalense y mariano espíritu. Amén por la tapa sevillana... si me explican en qué consiste.

Me gustaría a mí ver al susodicho A.B. dentro de un recinto tasquero de antaño rodeado de tallarines, chopsueyes y teriyakis que comparten carta con caracoles, montaítos y paella. Y con dos o tres chinos detrás del mostrador. Jamacuco seguro. O casi. Al menos baba montada, ojos revueltos y lengua mordida.

Porque a día de hoy parece que seguimos incrustados en nuestras cunas. En la que nos metieron mamá y papá. Y que cada uno decida quién es mamá y papá.

La patria, el país, el estado, el rey, la reina, la tradición, los carnavales o las santas gónadas de cada uno.

Porque puestos a criticar lo de aquí también hay que criticar lo de allí.

Y lo de allí es Bolivia. No por animadversión a ese país. Ni mucho menos. Sino por mi experiencia del viernes pasado.

Viernes pasado en el que no tenía, como suele suceder, nada comestible en casa que no estuviese congelado ni enlatado. Y me tiré a la calle. Como las putas pero con menos dignidad.

Con menos dignidad porque iba dispuesto a comerme cualquier cosa y encima pagar. Y porque yo sí tenía más remedio. Ellas, por desgracia, no lo tienen.

Y acabé en un bar boliviano cerca de mi casa. Pedí cerveza y lechón, mientras la selección (la de júrgol, porque parece que no hay otra) jugaba nosequé puto partido en la tele. A decir verdad la jugaría en algún estadio, pero yo lo entreveía en la tele.

Y un bar boliviano suele estar lleno de bolivianos. Y bolivianas. Es lo que tiene. Cuando estás lejos de lo tuyo lo buscas con ansia.

Y así acabé hablando con dos bolivianas del oeste. Que no del este. Que unos son nosequé y otros nosecuántos. Unos quechúas y otros guaraníes. O algo así. Que en Bolivia también tienen sus nacionalismos. O regionalismos. O itsmos. O lo que sea.

Al fin y al cabo lo mismo que aquí pero allí. O allá.

Y acabaron hablándome del racismo y del rechazo. De cómo una señora le dijo a una de ellas en el autobús que "era latina y cómo se atrevía a sentarse al lado de ella porque había venido a quitarle el trabajo". Aproximadamente.

No dudo lo del trabajo. Me lo creo. Creo a pies juntillas que los patrios que hace dos años no estaban dispuestos a doblarla para recoger papas hoy critiquen a esas personas que cruzaron miles de kilómetros para venir aquí a trabajar. Y de paso mantener la población de este país / estado / nación / comosellame.

Pero dudo que la llamase latina. Demasiado para Catetópolis.

De hecho les expliqué que nadie es más latino que los italianos. Y que después vamos los españoles, francese, portugueses, rumanos y más. Demasiado para las bolivianas. Me miraron con cara de "tú te crees muy listo" e hicieron algún comentario sobre eso.

Pero lo mejor vino cuando la otra de ellas (porque eran dos) me habló de cuando estuvo en un "bar de españoles". Que le miraron mal. Y eso me tocó los cojones. Sí, los cojones, no las gónadas.

Yo no fui a "un bar de bolivianos". Fui a un bar boliviano, esperando encontrar comida boliviana. Y la encontré. Como encontré las miradas de todos los parroquianos de allí. Yo no era boliviano y no encajaba en la foto. Nadie me miró mal, ni me habló mal ni me faltó al respeto. Pero no encajaba en la foto.

Dicho sea esto, si voy a un bar "de españoles" no me encaja un boliviano tomándose una cruscampo con una tapa de sangre encebollá. Pero el día que lo vea daré gracias a quien sea porque, por fin, alguien se ha atrevido a cruzar la calle.

Una calle que es más peligrosa que el Estrecho y más amplia que, como decían estas bolivianas, el Charco.

La mierda la tenemos aquí y la tienen allí. En nuestros cerebros. Porque la frontera más difícil de superar es la que tenemos en nuestra cabeza.