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16 ago 2010

Primer intento de reflexión seria, pero que acabará siendo la segunda tontería.

Hoy en varios medios de comunicación como Diario de Sevilla, El Mundo y Noticias Cuatro (entre otros, supongo) nos daban la noticia (que para muchos no sería novedad porque "esoyalosabíayo") de que los superhéroes son una mala influencia para la juventud.

Y cuando se habla de superhéroes nos referimos a los de la Marvel, a Batman y a Superman. Los demás no existen. Y si existen no son superhéroes. Y si lo son no deberían serlo. Parece ser.

Según la Asociación Americana de Psicología (¿Americana significa americana o estadounidense?), que ha celebrado su centésimo decimooctava Convención Anual (es decir, la 118) los superhéroes influyen negativamente sobre la chavalería con acné y bozo.

Y digo lo de chavales con acné porque se puede ser un chaval a cualquier edad. Al menos eso creen algunas personas que, muy lejos de ser chavales, se autoengañan para negarse la existencia de arrugas ante su contemplación. Como si las arrugas fuesen malas.

¿O ya no recordáis esas magníficas películas de Paco Martínez Soria? Más adelante le daré su merecido. A las películas. Al fin y al cabo, Paco Martínez Soria era actor y hacía lo que tenía que hacer.

Y digo lo de chavales con bozo porque, al parecer, la existencia de superhéroes con los calzoncillos por encima de unas ajustadísimas mallas que marcan todos los músculos de su cuerpo (¿realmente existen todos los músculos que lucen estos tipos?) sólo influye sobre los adolescentes y no sobre las adolescentes.

Vale que hay chicas púberes que tienen bozo. Y no sólo púberes. Pero tampoco hagamos sangre.

El caso, volviendo a los tebeos, es que Sharon Lamb, profesora de Salud Mental de la Universidad de Massachussets, ha declarado que:

"Existe una gran diferencia entre los superhéroes que hoy protagonizan las películas y aquéllos que ayer protagonizaban los cómics".

Pues claro que sí existe diferencia. Es más, también hay diferencia entre los superhéroes de cómic de "ayer" (no sé a qué "ayer" se refiere) y los de hoy. Los de hoy que aparecen en los cómic. Con ésos sí hay diferencia.

Pero, Sra. Lamb, si es usted profesora de Universidad o, al menos, una persona medianamente inteligente, si yo afirmo que: "Existe una gran diferencia entre la música jazz del New Orleans de los años 20 y el hip-hop que se realiza hoy día en barrios marginales del noreste de los USA", convendrá conmigo en que estoy diciendo una verdad como un templo pero , a la par, una tocada de gaita.

Tocada de gaita de mayores dimensiones que el templo en que reside la verdad. Porque no puede nadie comparar el jazz con el hip-hop. Si quiere compare el jazz de los 20 con el actual, pero no con el hip-hop. Ni cualquier otra música.

Y que nadie me venga con que jazz y hip-hop son músicas creadas por negros (perdón, quise decir afroamericanos) oprimidos por los señoritos blancos (perdón de nuevo, quise decir caucásicos). No cuela.

En una sola frase de la Sra. Lamb encuentro, al menos, dos fallos.

En primer lugar no se pueden comparar épocas tan fácilmente. Y menos cuando hablamos de un medio que siempre ha ido a remolque de la sociedad. Permitidme un inciso.

[Inciso on: el tebeo (o género de tebeo) que nos ocupa, el de superhéroes, que no es más que entretenimiento, siempre ha ido a remolque de la sociedad. Y digo siempre porque el tebeo (o como lo queráis llamar) existe desde hace mucho. Y no me voy a remontar a Atapuerca, La Pileta o Altamira.

Pero sí es cierto que las sociedades llevan empleando desde hace siglos (y siglos incluye milenios, porque diez siglos son mil años y mil años equivalen a un milenio) lo que hoy se denomina arte secuencial para contar sus historias.

Y quien no me crea que vaya a una iglesia católica y busque un Viacrucis.

Si es un Viacrucis decente (de los que están integrados por imágenes y no cruces con numeritos romanos) verá un tebeo de la Pasión de Jesucristo.

Y sí, señor o señora radical cristiana, un Víacrucis es un tebeo que se empleaba antiguamente para enseñar a la población (entonces analfabeta) la doctrina católica. Y eso no ridiculiza ni a la Iglesia de Pedro ni a los tebeos. Ni a otras muchas religiones, pueblos, culturas o genealogías que también han empleado este recurso. Inciso off]

Después del inciso, que tenía que escribir o me reventaba algo (bazo, cerebro, glande...) retomo el argumento de la comparativa de épocas. Es una gilipollez. Simple y llanamente.

Estoy harto de escuchar que todo era mejor antes. Porque, ¿dónde se situa ese antes? ¿en su infancia, Sra. Lamb? Seguramente sus padres dirían que no, que en la de ellos se vivía mejor.

Tenemos una absurda, enfermiza y malsana manía de considerar que todo tiempo pasado fue mejor. Y creo que es un fallo.

Todo tiempo pasado es pretérito.

Vivimos el ahora y tenemos que crear el después. Que no me digan que antes se vivía mejor, que las cosas eran más bonitas ni que la gente era más "persona". Porque los de esa época (sea la que sea) te dirían lo mismo de su "tiempo pasado".

Y dicho esto, los superhéroes de ayer eran los que gustaban a la gente de ayer. Los de hoy son los de hoy. Los de ayer de los cómic y los de hoy de los cómic. Porque ahí su segundo fallo, Sra. Lamb. Comparar tebeos con pelis de cine.

El tebeo es un arte. El noveno, dicen; aunque muchos lo nieguen. Y lo es el cine también; aunque nadie lo niegue. Y ambos tienen una parte (el 99'99 % aprox) de carácter comercial, que es lo que los sustenta.

Tanto en cine como en tebeo, los superhéroes están para dar dinero. No hay concesiones al arte. Al menos para los superhéroes del cine. Para los de los tebeos sí. Pocas excepciones, pero las hay.

El hecho es que el superhéroe tiene que vender, porque artísticamente no tiene sentido. Y para vender se le da al público lo que quiere ver o escuchar.

Y eso ha sucedido a lo largo de toda la historia de la humanidad. Vender lo que el público quiere. Y si eso no hubiese sido así no tendría sentido estudiar Historia del Arte. Porque tendríamos, a día de hoy, la misma oferta cultural que hace milenios.

Y, afortunadamente, eso no ha sucedido. Porque el arte evoluciona. Y sus versiones comerciales también. Y el cine, arte con papeles (por mucho que sea más joven que el tebeo) no puede ser menos.

El cine, para vender, le da al público lo que quiere ver. Sin concesiones al arte. ¿O nunca hemos visto una película basada en un libro que nada tenía que ver con éste y manipulaba situaciones, metamorfoseaba personajes y aniquilaba a otros sólo por conseguir un film dinámico y vendible?

Eso es lo que hace el cine: coge algo y lo transforma en película. Y la tiene que vender. Y los superhéroes se los vende a los adolescentes y a los niños. Y tiene que convencerlos a ellos y a los padres que los llevan al cine. Para que los padres vayan a la segunda, tercera y enésima entrega. Igual que Harry Potter.

Y si para eso hay que darle una vuelta de tuerca a los personajes se les da.

Y si para eso hay que bajarle un poquito el pantalón a las chicas (o subirles el dobladillo de la falda un para de dedos) se hace.

Como si hay que depilarle el pecho al hirsuto Lobezno para que mamá se vaya con ganas de más a casa. Se hace. Sin problema. Eso es cine, que no tebeo.

Pero claro, en el primer caso (el de los libros, qué digo libros, literatura) es culpa de cine. En el que se trata ahora es culpa de los superhéroes. Pero de los tebeos, que conste.

Porque aparte de Superman, Batman y los de la Marvel hay más superhéroes. Pero nadie tiene huevos de meterse con Ulises (el Odiseo de Homero, no el libro de J. Joyce), Hércules, Balder o Gilgamesh.

Supertíos con superpoderes, superguapos, superarmados, superfolladores, con superpollas que cualquier fémina hubiese deseado conocer. Pero ellos son Historia, Cultura y Tradición.

Como Don Juán Tenorio o Macbeth. Ejemplares los dos, sin duda.

Si no recuerdo mal uno de ellos dijo algo así como:

"Yo a las cabañas bajé
y a los palacios subí,

y en todos ellos dejé,
grato recuerdo de mí"

Eso es cultura clásica y es innegablemente correcta, cultural, edificante y, en absoluto, mala influencia para púberes o entretenimiento mercantilista. Eso es OTRA COSA. Y si usted no entiende eso es que no tiene lugar en este planeta. Amén.

Y vayamos con otra perla, que enlaza un poco con lo anteriormente escrito:

"Los de ahora son más héroes de acción que otra cosa. Participan en una espiral de violencia que no tiene fin, peleándose con un villano tras otro. Son agresivos, sarcásticos y muy raramente hacen referencia a que están actuando por el bien de la humanidad. Además, cuando no van de superhéroes, hacen ostentación de su virilidad, les gusta llevar armas y no tratan bien a las mujeres".

A diferencia de mi amigo Javi, que sabe más de la Marvel y DC que los mismísimos Stan Lee y... (¿hay alguien en la DC comparable a Stan Lee?), yo no estoy muy puesto en el tema señores en mallas.

Pero algo he leído. Y sé que en los 60, por ejemplo, los superhéroes se dedicaban a, en el reducido espacio de 24 páginas, tortearse con el malo de turno y volver a su cuartel general. Sin explicaciones ni nexos entre un capítulo de sus hazañas y el siguiente. Sin saber quién era el malo ni porqué quería conquistar Manhattan (lo usual).

Eso sí, de vez en cuando ofrecían (5 números después, incluso más, de la primera aparición del villano contra el que se estaban fostiando) una lánguida reseña a pie de viñeta que te recomendaba te leyeses tal número del supergrupo en cuestión para saber porqué El Topo o El Fantasma del Espacio habían dejado caer tal frase amenazante o cual oración preñada de resentimiento.

Todo eran hostias a diestro y siniestro. Es decir, acción, acción y acción. Sin más. Será que eso vendía. Sin tener que especificar que lo hacían por el bien de la humanidad.

Es más, creo que en aquella época luchaban por América (sí, los USA). Supongo que entonces no había humanidad más allá de sus fronteras. Segundo y necesario inciso.

[Inciso on: Me temo que hoy día sólo hay Humanidad en aquéllas fronteras, allende USA, que resguardan petróleo. Inciso off.]

Y refiriéndonos a su vida, la de los superhéroes, como "civiles", la verdad es que tardó un poco en llegar. Aunque no mucho.

Pero si la Sra. Lamb quiere resaltar el hecho de que la vida fuera de las mallas de Janet Van Dyne se reducía a ir a fiestas superglamurosas y tiendas de lujo en la 5ª Avenida (de Nuevayó, se sobreentiende) mientras se jactaba de su condición de superapetecible bomboncito de rica familia (y soltera), creo que le está haciendo un flaco favor a las féminas.

Féminas que vieron cómo poco a poco tanto la Van Dyne (la Avispa), como La Bruja Escarlata o La Chica Invisible (qué buena está Jessica Alba!!!) tomaban un papel más relevante en sus grupos.

Porque de estar ahí para lucir palmito y conllevar al onanismo, también llamado autoprocuración del placer sexual (aunque el término en sí no sea totalmente adecuado) de algunos (o muchos, quién sabe) de sus lectores, la morena de pelo corto Van Dyne, la pelirroja Maximoff y la rubia Storm evolucionaron, o las hicieron evolucionar, a personajes de primera línea en sus agrupaciones.

Y eso vino con el tiempo. Porque al principio estaban para para rellenar. Y que las rellenasen.: Hank Pym (La Avispa), La Visión (La bruja Escarlata) y Reed Richards (La Chica Invisible).

Y hoy día deciden quién las rellena, cuándo y cómo. Como cualquier mujer.

Y alguna es capaz de rellenar a quien se le ponga por delante, por atrás, por los lados y en cualquier dimensión espacial que se le ocurra. Y si la dimensión no es espacial o está plegada junto a otras 11 sobre sí mismas da igual.

Y si no lo creéis leeros La Dinastía de M. Una saga donde una mujer "la lía parda" y tiene en jaque a un montón de machotes.

Y eso "ayer" no hubiese sucedido. Hoy (2005, cuando empezó la saga) sí.

Pero supongo que esto, y muchas cosas más que me he dejado atrás, porque me está quedando excesivamente largo, es peor que ayer.

PD: Había prometido hablar de Paco Martínez Soria. ¿Son sus películas menos negativas para la juventud que Iron Man? ¿Son más creíbles? Porque a mis 33 veranos veo más posible que un perilludo multimillonario cuarentón se calce a dos rubiacas que un sexagenario emboinado. (aún siendo ambos son unos vagos incultos execrables).

Y a día de hoy los de 14 saben más que los de 33. ¿Cerramos Cine de Barrio?



1 comentario:

  1. Y por si hubiera alguna duda, los superhéroes también permiten aprender física y todo: http://fisicacf.blogspot.com/

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